viernes, 7 de agosto de 2009

Valle

Sentado sobre una roca, un ser de silueta delgada y anchos hombros esperaba la llegada de su enviado mientras contemplaba la desolación de su valle.

De pronto un ruido y el cielo oscureció. Una imagen apareció.

- Veo que no has logrado cumplir lo que te encomendé - Dijo una voz dulce que salia de aquel ser sentado sobre la roca.

- Lo siento maestro, pero Sonos se entrometió - Respondió el que acababa de llegar.

- Sonos. Aquel ausente de este valle - Una mirada cruzó el cielo oscuro. Unos ojos llenos de tristeza. - Bien, no estará siempre protegiendola.

Sonaron truenos y la lluvia empezó a caer. Relampagos iluminaron los cielos negros. Una figura pequeña apareció con el resplandor del último haz de luz.

- Maestro, dejeme ir a mi. - Dijo aquel pequeño de ojos largos y negros.

La lluvia seguía cayendo mientras el rostro de aquel ser sentado sobre la roca miraba hacia el cielo como buscando algo que no encontraba.

- Si tu deseo es hacerlo, pues ve, no lo impediré - Dijo mientras se puso de pie y extendía sus alas en toda su magnitud. La mirada volvía hacia el valle gris que tenía en frente. Los ojos se llenaron de lagrimas mientras cantaba.

- Gracias maestro - Alcanzó a decir aquel pequeño antes de desaparecer en el siguiente relampago.

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